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En distintas ceremonias religiosas se homenajeó a las víctimas del puente derrumbado en Minneapolis

lunes, 6 de agosto de 2007

Con oraciones en español, griego e inglés se recordó a los cinco muertos en el accidente del miércoles. Y también se agradeció a Dios por los 50 niños de un autobús escolar que se salvaron milagrosamente. En tanto, la Policía dio a conocer una lista de las ocho personas que permanecen desaparecidas. El trabajo de los buzos en el río Mississippi continúa.

Centenares de personas eran esperadas en diferentes servicios religiosos para recordar a las víctimas del derrumbe del puente en Minneapolis. Por lo menos cinco personas murieron y otras 100 sufrieron heridas cuando el puente se desplomó el último miércoles en hora pico. Aún se desconoce el paradero de otras ocho que permanecen desaparecidas.

En la Iglesia del Santo Rosario de Minneapolis, los fieles dieron gracias a Dios por "los ángeles" que rescataron a 50 niños de un autobús escolar cuando se derrumbó el puente. Entre los presentes se encontraban varios de los niños, quienes dejaron flores en una capilla de la Virgen María.

El sábado también se realizó un funeral en esta iglesia en memoria del vendedor de vegetales Artemio Trinidad Mena, de 29 años, quien estaba en el puente camino a su casa. Luego de que su viuda Abundia Martínez dio el último adiós a su esposo, fue bautizada su hija de dos meses.

En el barrio de Saint Paul, cerca de 70 fieles de la Iglesia Ortodoxa de San Jorge se reunieron para pedir que sea encontrada Christine Sacorafas, una de las ocho personas que han desaparecido desde que se derrumbó el puente Interstatal 35W el miércoles. También hubo servicios en la Catedral Episcopal de San Marcos y la iglesia católica de San Olaf.

Mientras se ora por los desaparecidos en el incidente, un equipo de buzos se alista para llevar a cabo una nueva búsqueda de cadáveres entre escombros y autos sumergidos en el río Mississippi.

La policía dio a conocer el sábado una lista de ocho personas que están todavía desaparecidas, lo que disminuyó la cifra de decenas de posibles víctimas que se temía que hubieran muerto en las horas que transcurrieron inmediatamente después de la tragedia.

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