Banfield cortó la racha de Vélez

Le ganó 1-0 en el Sur, con gol de Devaca, en el primer tiempo. El equipo de Llop logró su segunda victoria consecutiva, después de un flojo debut en el Apertura. En tanto, El Fortín se quedó sin invicto y no pudo alcanzar la línea de Independiente, en lo más alto de las posiciones.

Seis puntos sobre seis posibles, cuatro goles en dos partidos. Tras el 3-0 ante Olimpo todo era tranquilidad en Vélez. Y no podía ser de otra manera. Pero, más allá del resultado, tras aquel partido La Volpe sorprendía con una frase que va en contra de las convicciones que el DT decía tener cuando desembarcó en Boca, el año pasado: "Ya basta de fútbol bonito. Acá la competencia te dice que tenés que ganar sea como sea. Bueno , nosotros vamos a ganar sea como sea", disparó. Así, el entrenador explicaba que su equipo había perdido la supuesta "ingenuidad" que tantos dolores de cabeza le había traído en el pasado Clausura y justificaba porque lucía menos vistoso.

Un arma de doble filo, claro. Y quedó demostrado esta noche. Porque Vélez se aprendió al pie de la letra el libreto del overol y perdió de vista la ambición ofensiva que lo caracterizó siempre. La prueba de esto se vio en el primer tiempo, donde le costó mucho generar fútbol y se limitó a lo que pudieran crear Balvorín y Escudero. Pero como estos estuvieron bien controlados por la defensa local, terminó dependiendo de algún intento desde lejos de Sena o de la aparición por sorpresa de Zapata, un especialista del ida y vuelta aunque no un virtuoso a la hora de atacar. Demasiado poco para un equipo que tiene la intención de pelear el campeonato.

Banfield, en cambio, salió decidido a presionar arriba. Con Barrales y Cvitanich muy movedizos, el Taladro intentó incomodar a los defensores del Fortín, que dudaban entre salir lejos o esperarlos cerca de Peratta. Justamente Barrales tuvo la primera, a los 9, con un disparo que pasó muy cerca. El local era más e imponía condiciones en el medio con Villarreal y Quinteros en la contención, y Patiño junto a Maidana para elaborar juego.

Pero el equipo de Llop necesitaba plasmar esa diferencia en el marcador, porque sino podían reaparecer los fantasmas de lo ocurrido ante Estudiantes. Entonces, la tranquilidad para Banfield llegó a los 31', con el gol de Devaca, luego de un quedo de la defensa de Vélez ante un tibio rechazo de Peratta. El paraguayo lo gritó con todo, como si fuera el gol de un campeonato. Es que este tanto, importantísimo como lo fue el de Civelli a Racing, puede significar el despegue definitivo del Taladro.

La Volpe quiso cambiar las cosas y en el arranque del segundo tiempo metió un cambio: adentro Facundo Coria, afuera Maxi Bustos. Pero no varió demasiado el trámite. Banfield se retrasó unos metros y entonces compartió la posesión de la pelota. Así, tanto Devaca como Herner empezaron a tener mucho más trabajo. Vélez tenía más presencia en ataque, aunque para llegar a Lucchetti le faltaba algo más de claridad, que el técnico intentó obtener, sin éxito, a partir del ingreso de Leonel Ríos en lugar del mexicano Mario Méndez.

Banfield iba menos que en el primer tiempo, pero cuando lo hacía daba la impresión que podía lastimar y mucho a su rival. Además, se aliaba al paso de los minutos y jugaba con la necesidad ajena. El Fortín, en tanto, seguía insistiendo con remates desde lejos. Porque cuando se acercaba a Lucchetti siempre había alguna pierna en el medio que les impedía a sus delanteros definir cómodos.

El final ganó en emoción. Porque el local defendió con uñas y dientes el 1-0 y porque Vélez fue con el corazón en busca del empate. Festeja Banfield y lo tiene bien merecido. De a poco la apuesta de Llop parece ir dando resultados en un club que quiere olvidarse de la pelea abajo. Para el equipo de La Volpe es un llamado de atención y el momento de pensar que ni antes era el Boca de Bianchi, ni ahora es el peor de todos.