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El presidente de la línea TAM insiste en que la tragedia en San Pablo no se debió a una falla del avión

viernes, 3 de agosto de 2007

Marco Bologna negó ante una comisión investigadora del Congreso brasileño que un desperfecto en los frenos haya provocado el accidente en el aeropuerto de Congonhas. Y le apuntó a deficiencias en la pista. El empresario prometió indemnizar a los familiares de las 199 víctimas.

El presidente de la aerolínea TAM, Marco Antonio Bologna, reiteró hoy ante el Congreso brasileño la línea que marco la empresa con respecto a la tragedia del aeropuerto de Congonhas. Negó que el accidente se haya debido a un problema en los frenos del avión, como indicó un informe oficial.

Bologna afirmó ante la Comisión Parlamentaria de Investigación sobre el caso que la falta del sistema de reversión de aire de una turbina, que favorece el frenaje del avión, "no fue la causa del accidente" del 17 de julio pasado. Y prometió indemnizar a los familiares de las 199 víctimas.

Sin embargo, y pese a su afirmación, Bologna reconoció que después de la tragedia decidió que ningún avión de su flota vuele sin sus dos reversores.

La presencia del empresario en el Congreso ocurrió un día después de que la comisión investigadora de Diputados divulgara el contenido de una de las cajas negras, en la que se registraron los últimos diálogos del comandante y el copilotos del vuelo 3054, que se estrelló contra un depósito próximo al aeropuerto.

De acuerdo con las grabaciones, los pilotos intentaron infructuosamente frenar el avión que, además de carecer de un reversor, habría mostrado desperfectos en el sistema de frenaje aerondinámico de las alas, los spoilers y en las palancas de la cabina de control.

Los estudios realizados hasta el momento por el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes (CENIPA), dependiente de la Fuerza Aérea, reforzaron dos hipótesis sobre los motivos del accidente: error de los tripulantes y fallas mecánicas o electrónicas en el avión.

Bologna consideró prematuro establecer cuál es el principal motivo del hecho pero mencionó a la "pista de Congonhas" como un factor a investigar. Esto no es casual: si la hipótesis de que la pista mojada y sin ranuras cobrara fuerza, la responsabilidad de TAM sería menor y el Estado sería apuntado como principal culpable.

El titular de TAM rechazó los rumores sobre falta de mantenimiento y el uso de turbinas usadas en los aviones de la compañía. "No es verdad, no usamos ninguna turbina de origen israelí, eso fue una información equivocada", desmintió.

Respecto del impacto financiero de la tragedia, el ejecutivo informó hoy que hubo "una caída del orden del 30% en nuestras ventas", pero precisó que parte de ese repliegue puede obedecer al fin de las vacaciones invernales.

En todo caso, aclaró Bologna, la situación financiera de la compañía es lo suficientemente sólida como para absorber el costo de las indemnizaciones a los familiares de las víctimas. Hay 1.500 millones de dólares disponibles para enfrentar procesos judiciales, dijo el funcionario y agregó que "TAM va a responsabilizarse integralmente por el pago de las indemnizaciones".

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