Un informe oficial alertó que hay 156 mil puentes obsoletos o con fallas. Por su parte, el jefe demócrata en el Senado denunció que hay infraestructuras deficientes en todo el país. La caída del puente dejó 5 muertos y 8 desaparecidos. Hoy la primera dama, Laura Bush, conversó con familiares de las víctimas y el presidente estadounidense tiene planeado arribar mañana a esa zona.
Altos funcionarios advirtieron que se necesitarían meses, tal vez años, para determinar las causas del derrumbe del puente, construido hace 40 años pero incluido desde hace algunos años en la categoría de obras "estructuralmente defectuosas". La obra cedió a una hora pico del miércoles, precipitando a unos 50 vehículos que circulaban por la transitada Autopista Interestatal 35 a las aguas turbias y torrentosas del Missisippi.
Según responsables locales, al menos ocho personas seguían desaparecidas el viernes de mañana. El balance siempre provisorio de cinco muertos y 79 heridos va a aumentar con toda seguridad, ya que "numerosos vehículos están atascados en grandes pedazos de cemento y sabemos que hay personas en esos vehículos", dijo el jefe de Policía de Minneapolis, Tim Dolan.
El presidente estadounidense, George W. Bush, prometió ayuda y anunció que visitará este sábado Minneapolis. La primera dama, Laura Bush, acudió hoy al lugar de la tragedia. Mientras numerosas familias esperaban angustiadas noticias de sus seres queridos, se elevaban varias voces: "¿La seguridad de los automovilistas estaba realmente garantizada en ese puente?"; "¿Las demás obras de infraestructura del país se mantienen de manera adecuada?"
"Tenemos que llegar al fondo de esto", dijo la senadora por Minnesota Amy Klobuchar. El jefe de la mayoría senatorial Harry Reid, demócrata, afirmó que hay infraestructuras deficientes en todo el país, mientras que la senadora demócrata Patty Murray, quien preside un panel que controla los gastos en transporte, dijo que el gobierno de George W. Bush había amenazado con vetar cualquier propuesta de incrementar ese presupuesto.
El subsecretario de prensa de la Casa Blanca Scott Stanzel acusó a los demócratas de explotar la tragedia del puente con fines políticos. Aseguró que durante la gestión de Bush el presupuesto para mantenimiento de carreteras había aumentado un 30%. Dijo que la amenaza de veto estaba relacionada con otros temas, no con el mantenimiento de las carreteras. Pero los demócratas no son los únicos que se quejan.
El representante republicano Tom Petri dijo que ''la gente piensa que están ahorrando dinero al no invertir en infraestructura, y el resultado es catástrofes como esta''. Los costos son solo parte del problema. La secretaria de Transporte Mary Peters declaró que había pedido al inspector general de su departamento que evalúe las normas que rigen las inspecciones, incluida su frecuencia.
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