A seis minutos del final, Luciano Civelli metió un zurdazo inatajable para decretar la victoria del equipo de Juan Manuel Llop en el Cilindro de Avellaneda por 1-0. Los de Gustavo Costas no jugaron bien y extrañaron mucho a Maxi Moralez, vendido al fútbol ruso. El Taladro se recuperó de la caída ante Estudiantes, La Academia no pudo repetir lo hecho en Bahía Blanca.La ilusión de los hinchas de Racing, alcanzo el domingo pasado uno de los picos más altos, tras la victoria ante Olimpo en Bahía Blanca. Pero un día más tarde, el sueño de la gente se nubló, aunque no desapareció. Es que llegó una oferta de Rusia muy tentadora por Maxi Moralez, la figura del equipo y junto a él, se fue el fútbol. Sí, guardado en un Frasquito. A pesar de eso, Gustavo Costas pareció ni inmutarse y reiteró que La Academia iba a salir campeón. Para eso, tenía ante Banfield una parada de esas que no hay que dejar pasar para poder festejar a fin de año.
La formación para hacer olvidar a Moralito, fue algo novedosa para todos. En lugar de apostar por Domingo Salcedo, uno de los refuerzos paraguayos y habitual mediocampista, Costas optó por mover al Piojo López a la izquierda y retrasarlo un poco, para formar una línea de cuatro con Cabrera, Pellerano y Bastía. Pero también eligió mandar a la cancha a Santiago Malano, joven delantero con pocos partidos en primera y ningún gol, para acompañar a Facundo Sava. Sorprendió Gustavito.
Enfrente, Racing se iba a encontrar con un golpeado Banfield. En la primera fecha, el equipo del Chocho Llop cayó en su estadio por 3-0 ante Estudiantes, en un duro revés, con un equipo renovado y muchos pibes en el plantel. Pero desde el minuto uno quiso cambiar la imagen del debut. Ni bien comenzado el encuentro, Darío Cvitanich encaró por izquierda y tiró el centro atrás. Jerónimo Barrales, entró a la carrera y remató al primer palo, pero Gustavo Campagnuolo estuvo rápido de reflejos y tapó el remate.
En el comienzo, Banfield fue un poco más, pero no demasiado. Racing también generó y se arrimó al arco de Luchetti, aunque sin demasiada peligrosidad, salvo por algún cabezazo de Sava o un remate del Piojo. El partido se emparejó y de a poco el fútbol se tornó cada vez más aburrido. Las pilas que demostraron tener los dos equipos en el arranque se fueron gastando. Apenas duraron 45 minutos. Para destacar, las actuaciones de los dos arqueros, que las veces que intervinieron, lo hicieron de la mejor manera.
Para la segunda etapa, se esperaba a dos equipos con alcalinas renovadas. Y si no fuese por el final, cualquiera se animaría a decir que las pilas seguían siendo las mismas. Esas que se gastaron en un ratito. En ese lapso, quedó claro que Racing extrañó mucho a Maxi Moralez. No encontró ningún reemplazante a la hora de manejar la pelota y generar juego en ofensiva. Pero a La Academia no le faltó sólo eso. A los jugadores les faltó contagiarse de un jugador que con un par de jugadas individuales puede romper con cualquier defensa. Salvo Bastía y el ya mencionado Campagnuolo, poco para resaltar.
Y como Racing fue desapareciendo en el campo, Banfield se agrandó. Con presión se acercó al arco rival y arrinconó durante algunos minutos al local. Tanto, que a los 39, una pelota quedó bollando cerca del área grande y Luciano Civelli la mandó a guardar. Con una bomba que clavó desde 35 metros, el Taladro encontró un gol que quiso, buscó y consiguió ante la pasividad y el mal juego del equipo contrario. ¿Merecido? Puede ser. Con un rato de furia alcanzó para ser un poco mejor que La Academia y llevarse tres puntos, muy necesitados en el sur.
Ahora sí. Es cierto que al hincha de Racing, lo que siempre le sobra es la ilusión y la esperanza, más allá de las derrotas. Pero del pico máximo que había alcanzado tras el triunfo del domingo ante Olimpo, se pasó a uno mucho menor. Con una caída en el currículum y sin la estrella en el libreto. Hoy, la gente respondió a pesar de todo. El equipo no. Costas tendrá que encontrar la forma de que nadie extrañe a Moralez. ¿Misión imposible? En los primeros noventa minutos post-enano, quedó claro que cada Académico guarda una foto de Maxi en la mesita de luz. Y el que todavía no la tiene, ya está buscando dónde conseguirla.
Banfield acertó y dejó a Racing con las manos vacías
domingo, 12 de agosto de 2007
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